Haciendo un balance...

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Posted on : lunedì, dicembre 21, 2009 | By : ...claretta...

¡Cuántas otras cosas tendría que contaros sobre Los Hombres de Paco!

Pero, como he decidido hablaros también de otra serie, tengo que terminar mi discurso sobre esta producción española para iniciar el otro sobre una de mis series americanas preferida.

Quiero decir que me enamoré inmediatamente de LHDP porque parece que todos los personajes son personas que podemos conocer a lo largo de nuestra vida y también las situaciones personales que este telefilm describe son las de todos lo días. Y después me gusta mucho este genero de “humor negro”, hablando de policías, delictos, etc. en clave cómica, que en los policíacos italianos no está. De hecho, cada personaje, también el más serio como podría ser Don Lorenzo, tiene su lado irónico también en las situaciones más complicadas.

Seguramente el que al principio parece el personaje más tonto e insignificante, o sea José Luis Povedilla, a lo largo de la historia se presenta como el más fundamental del grupo, tanto en las situaciones de peligro como en las más divertidas. Es mi segundo personaje preferido porque siempre pasa las de Caín pero nunca se echa atrás, porque ama su trabajo y también es muy respetuoso de las reglas.
Empieza una relación sentimental con Rita sin ser atraído por ella, pero después se da cuenta de que en realidad es la mujer de su vida. Entonces, como está embarazada, decide casarse con ella, pero el día de la boda él es rehén de un asesino y, para no preocuparla, pide a su hermano mellizo de sustituirlo. Después de una misión muy peligrosa deja a Rita y a su hija Sabinica y se va por el camino de Santiago.

En resumen, ¡la vida de Povedilla no es muy simple!

Y pues, no puedo no amar a José Luis después del discurso que hace delante de un cura y una monja, que resume mi pensamiento sobre la iglesia:

¿Saben lo que no es normal?, ¿usted quiere que yo le diga lo que no es normal? No es normal pensar que hacer el amor es pecado, no es normal pensar que Dios no quiera a las lesbianas ni a los homosexuales, no es normal que la iglesia oculte abusos de niños, ni que los sacerdotes no se puedan casar, no es normal la riqueza del Vaticano, ni los anillos, ni el oro, ni el dinero tirado en campañas de publicidad, y todo ese cuadro absurdo mientras 30 millones de personas se contagian de Sida en África por no usar preservativo.
¡Señores! Dios... Dios, nos hizo con dos brazos y con dos piernas y también nos hizo con la capacidad de amar, de querernos, de tocarnos, de sentir con la yema de los dedos, un pecho cegado por la excitación y eso... eso, no puede ser pecado.
¡Amar no es fácil!...Y ustedes se inclinan en hacerlo mal difícil y enrevesado como si no nos bastáramos nosotros mismo, como si no se bastara la propia humanidad para complicarlo todo...
Porque amar... es entender también el rechazo, entender que te van hacer daño, entender que vas a sufrir, que vas a llorar y es entender... que las cosas son muy distintas al sacramento del matrimonio...¿hoy te casas y vives feliz para toda tu vida?... ¡falso!
Señores, ¡falso! porque por muchos siglos que sigan proclamando... creo que ustedes no saben lo que es el amor...
Porque si... algo he aprendido estos años, es que si apretar un cuerpo hasta convertirse en uno... si eso es pecado... señores, ¡soy un pecador! ...porque el único Dios en el que creo es el amor.


En conclusión, merece la pena ver “Los Hombres de Paco” porque no es la sólita serie insignificante que no te deja nada, sino permite reflexionar sobre muchos problemas actuales. Por lo tanto, si sois un poco locos como yo, podéis ver todas las ocho temporadas.

Ahora yo estoy ansiosa y no veo la hora de ver la nona temporada que será transmitida en Enero.

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